«La crisis de identidad que padece Béjar se puede solventar refrescando la memoria, con un poco de entusiasmo y sobre todo con trabajo e imaginación.»
«Mis raíces bejaranas y textiles son muy profundas, provienen del siglo XVII. Cuanto más
conozco mi genealogía más bejarano me siento. De mis apellidos, García quizá sea el más bejarano, luego Faure (Francia), Gosálvez (Alcoy), Lozano…
La crisis de identidad que padece Béjar se puede solventar refrescando la memoria, con un poco de entusiasmo y sobre todo con trabajo e imaginación.
Improvisación y ensayo sobre mis vivencias del textil:
El almacén de sacos de lana en la nave aledaña al edificio del tinte. Los garrafones azules de sulfúrico para el desmote. El caminito elevado que llevaba a la caldera siempre en marcha. Las golondrinas que anidaban con sus casitas de barro sobre las grandes vigas de madera… Y abuelo en el despacho y papá siempre entre las grandes máquinas…Saludos y guiños de los obreros concentrados en su tarea, el tinte en una orilla del río Cuerpo de Hombre y regenerado e hilatura de carda en la otra orilla. Selfactinas, cardas, grils, lizosa, miles de kilos de lana peinada y teñida con los mejores colorantes de las grandes multinacionales químicas, calidad total, esplendor..Y ya en los 70 se comienza a hablar de regulaciones, los tres turnos tienen sus días contados.»
Miguel Gosálvez Mariño