«El trabajo de las mujeres en el textil ha sido soterrado e incluso despreciado, sin su labor profesional y familiar el 90% de los bejaranos no seríamos lo que somos hoy.»
Antonio Sánchez | “Zurcidoras”
«He visto la imagen de la zurcidora de Béjar y no he podido evitar acordarme de mi madre, María del Carmen Sánchez Garay. Creo que es un testimonio interesante, ella nace en Valdesangil y se cría entre piezas que hacía en su domicilio. A los 13 años comienza a trabajar por horas en diferentes fábricas, de las que cuenta historias sobre cómo se compraban un bollo de vez en cuando porque el poco «jornal» se iba en ayudar a su familia. Sus dos hermanos eran hombres y a ellos al menos se les dio la oportunidad de hacer una maestría, actualmente FP. También recuerda las subidas caminando a Valdesangil con sus compañeras.
Posteriormente, en los años 70, ya pasadas las penurias de la postguerra, se dedica a trabajar a jornada completa en Carbajo Cantagallo. Entonces ya había autobús, hornillos para calentar la comida, duchas en las fábricas, etc… Toda una evolución en 20 años.
Deja el trabajo para casarse, hasta que fallece su marido. Su paréntesis laboral en el textil bejarano apenas dura una década. Vuelve a hacer piezas en casa, una vez más su trabajo es el sustento de la familia. A mediados de los 90 consigue un contrato fijo como zurcidora/ reparadora en Manuel Bruno, hasta su jubilación.
Gracias por la iniciativa, creo que es necesaria y muy útil para el presente y también para el futuro.»